I can hover -






viernes, 9 de julio de 2010

Te veía como una oportunidad para olvidarme de él, o al menos intentarlo, pasar buenos momentos juntos, y dejar de llorar por sentir que lo había perdido todo, para quitarme esa sensación de vacío que tenía en el pecho, eras mi amigo, el único que tenía, y el único que me hacía sentir bien, y me hacía olvidar de él por momentos, aunque bien sabíamos los dos que se me haría imposible.. hasta que perdiste las esperanzas, y te fuiste. Sí, así como viniste, me mentiste, me hiciste creer que de verdad me querías, y luego al ver que yo no podía olvidarlo te fuiste.. abriendo las heridas que algún día lograron cicatrizarse, y volví a sentir esa sensación de vacío en mi, esa que siempre estuvo presente, pero que vos me hacías olvidar de su existencia. Y me di cuenta de que siempre lo quise a él, y que solo te veía como a un amigo, y ahora que no estás no sé que hacer, no sé si reir, no sé si llorar, no sé si ir a buscarte para explicarte que no lo hice por mala, sino porque era lo que sentía, y sí, lo sé.. sé que me equivoqué, pero no fue apropósito, es solo que quería olvidarme de él por haberme dado cuenta de que es imposible que estemos juntos, pero ahora me duele que te hayas ido porque me doy cuenta de lo mucho que te necesito. Y ya no me hablás, no respondes mis mensajes, y supongo que la mejor solución parecería a simple vista, dejar de hablarte porque ya intenté hablarte, pero no contestás, y siento que me cuesta dejarte, porque si a alguien le debo mi cordura, ese sos vos. Algo dentro de mí pide desesperadamente que te busque, que me quede siempre con vos, en lugar de quedarme encerrada en la oscuridad de mi habitación, viendo las horas pasar, y llorar, y llorar.. solo quisiera que vuelva el tiempo atrás, como antes cuando solíamos reirnos sin parar, donde todo era felicidad, y estoy segura de que me perdería algunas cosas de esta vida con tal de volver a estar con vos, porque uno tiene que hacer sacrificios por lo que desea. La vida cuesta caro, pero si viviera en tu compañía, la muerte sería un precio que estaría dispuesta a pagar. Una voz, guardada hace ya muchos días, quiere gritarte que te necesita, que te quiere, que está presente y mi parte más reacia y fría, congela todo dentro prohibiéndole delatarse de tal forma. Y lloro, y grito, y me agarro la cabeza, y me tiro de los pelos, y lloro otra vez porque nada parece ir por un buen camino y no quiero seguir cayendo y aunque busco tu mano en esta inmensa soledad pintada de oscuridad, no te encuentro. Porque ya no estás conmigo como antes, sino que te fuiste, aunque hay una parte de vos que sigue presente, acá, allá y en todos lados.. Escucho hablar a todos en todos los lugares a los que asisto sobre tu historia, sobre tu espacio y me convenzo de que pronto te veré, respirando el mismo aire que el tuyo, tan cerca pero tan lejos. Escuchando aquel silencio que siempre imagine alborotar alrededor nuestro en los sueños sólo que un poco más frío y desolado. Tus ojos, mirando a otra, y los míos, mirandote a vos. Voy a suspirar, te veré marchar de mano de aquella desconocida y me obligaré a seguir mi recorrido. Tal como hubieses querido que lo haga.

Porque viniste, mentiste y te fuiste.