I can hover -






sábado, 18 de febrero de 2012


Sé que hice mal. Fue un error volver a hablarte. Pero aún ahora, después de tres años sin hablar, me es imposible evitarte. Cada tanto pienso en vos y en lo felices que podríamos haber sido si no me hubieras lastimado, si no me hubieras obligado a dejarte. Si no hubieras quebrado tu promesa. Y no puedo evitar llegar siempre a la misma conclusión: No te importé tanto como yo pensé que te importaba. Y me pregunto porqué y busco respuestas, esos pensamientos fugaces que duran una fracción de segundo: Soy gorda, preferís estar con la otra porque es más flaca que yo, y demás. Y pensar que me decías todo lo contrario. Que era hermosa, que no cambie nunca, que no haga boludeces.. ¿De qué mierda hablabas en ese momento? NUNCA te importó nada que se relacione conmigo. Siempre te empezaba a hablar yo, te hacía cartitas, te trataba como a un Dios, porque eso era lo que yo pensaba que eras. La persona más tierna y honesta. Pero tu honestidad se fue al carajo. No sé porqué aún así, porqué aún cuando me siento mal, como atrapada en un pozo profundo no puedo dejar de preguntarme por vos. No puedo creer lo mucho que te extraño cuando tendría que odiarte por lo que nos hiciste. Pero no puedo porque hoy todo me recuerda a vos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario